miércoles, 1 de mayo de 2013

Abuso de poder en Venezuela.

Estimado amigo lector de La Opinión Realista, después de un buen tiempo, vuelvo a escribir acerca de nuestra realidad, en este caso, la internacional. Desde la supuesta muerte del Presidente Hugo Chávez el pasado 5 de marzo, que por cierto nadie asegura la autenticidad del mismo (no hay necesidad, además, de otorgarle el beneficio de la duda, por la fecha exacta), hasta estos últimos días, se han podido apreciar diversos disturbios, muertes, lamentaciones enteras. Como parte de la Comunidad internacional, de la cual soy parte, lamento y repudio los hechos que se han dado. Y bueno, se dieron las esperadas nuevas elecciones para elegir a la fórmula presidencial que gobernaría al país caribeño hasta el 2019… Y no fue sorpresa que Nicolás Maduro, el “hijo político” de Chávez, haya ganado dicha elección. A comparación de la elección del año pasado, en la cual también se presentó el candidato de la MUD (Mesa de la Unidad), Henrique Capriles Radonski, ganó Chávez, supuestamente, porque es bien sabido que quien ganó la elección fue Capriles, pero muy sabiamente aceptó la “derrota”, sabiendo que no le quedaba mucho tiempo al muerto en vida, de Hugo Chávez… y lo dejó en el poder. Los porcentajes de esa elección, de esos comicios, fueron considerados, y de eso, para hoy (la actualidad), nos deja una enseñanza: Maduro no es Chávez, pese a que quiera imitarlo, no podrá. La elección se dio el pasado 14 de abril, en donde como es bien sabido, HENRIQUE CAPRILES GANÓ LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL, pero bueno, como el oficialista Maduro y los suyos, como Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional, y demás, tienen el mando absoluto del país, al igual que obligar a Tibisay Lucena, Presidenta del Consejo Nacional Electoral, a hacer lo que ellos quieran, y ésta para no echar a perder lo que gana, acepta; como si fuera partidaria del Partido Socialista Unido de Venezuela. Es así como por fraude gana Nicolás Maduro, como bien se dice: con cifras maquilladas, y teniendo el poder, se abusa de la democracia y de la voluntad popular. Capriles, de quien he seguido desde el año pasado, convocó a eventos, a la movilización de la gente, para defender su voto, pero Maduro y sus patanes, hicieron de las suyas, acusando al opositor de las desgracias que ya hemos visto o tenido en cuenta. Lo que más sorpresa causó, fue que inmediatamente después de haberlo anunciado Presidente electo, le dan las credenciales respectivas por el CNE… Desde ya vemos el intento de miedo y temor de estos absurdos de la política venezolana. Capriles, sigue convocando a su gente, a todo el pueblo venezolano a que defiendan su voto, y es cuando pide se haga una auditoría del total de los votos… Tremendo lío que se armó!, tanto en Venezuela como en los países aledaños, incluyendo al Perú, que fue sede de la reunión extraordinaria de la UNASUR, que más que reunión, fue un complot en contra de la verdad, de la democracia y de los intereses de Venezuela; no les importó a los Jefes de Estado reunidos, BURLARSE del pueblo, porque al fin y al cabo lo hicieron, al darle el respaldo absoluto a Maduro. Y Nicolás, pese a todo, juramentó, con shows armados y televisados. Mientras tanto, Diosdado Cabello, en el Parlamento, seguía haciendo de las suyas, al mostrar el abuso de poder, al silenciar a la oposición, al quitarle las Presidencias de comisiones, al no darles sueldo, cuando el pueblo es quien los ha elegido, no él… Por qué?, solo porque no quieren reconocer al inmaduro e incapaz de Nicolás, como Presidente. No hace mucho, en la Asamblea Nacional agredieron a los parlamentarios de la oposición, motivo por el cual escribo por este ABUSO DE PODER en el país hermano de Venezuela. Basta ya de tanta violencia, división, muertes… Es lamentable y triste ver esas escenas. Yo soy de Perú, pero defiendo la democracia acá y en el mundo entero: NO al abuso, NO al gobierno de facto del chavista Maduro, NO a la mentira y falsedad. Capriles es el Presidente de Venezuela por decisión popular, solo que ellos temen dejar el poder para seguir beneficiando a los suyos, y especialmente a Cuba. El tiempo de Dios es perfecto, y a Él, no se le escapa nada.

martes, 19 de marzo de 2013

Francisco: “Amándolo lo eligió”…

Estimados amigos de “La Opinión Realista”, el pasado miércoles 13 de marzo, quedará marcado para los que compartimos la hermandad de ser Católicos, porque de la chimenea que estaba en la ´cabeza´ de la Plaza de San Pedro, salió humo blanco, luego de una elección el día anterior, dos por esa mañana y dos por la tarde. Con la renuncia del Papa Benedicto XVI, que se hizo efectiva el 28 de febrero pasado, los Cardenales se han reunido bajo ciertas medidas ya establecidas para elegir al Pontífice que iba a suceder al renunciante Joseph Ratzinger. Pero lo más asombroso radica en quién fue elegido. Estaba emocionado en ese momento, frente al ordenador, en vivo, en directo con los hermanos reunidos en El Vaticano, en eso el Cardenal francés Jean-Lois Tauran salió al balcón y mencionó el tradicional: ¡Habemus Papam!. Bueno, eso ya estaba anunciado, la intriga estaba en, repito, quién era nuestro nuevo Santo Padre… Y lo dijo: Cardenal Jorge Mario Bergoglio, que se llamará Francisco. Los que narraban el hecho y particularmente yo, nos quedamos asombrados, un argentino, un americano, más exacto, un latinoamericano, al mando de la “Barca de San Pedro”, de la Iglesia Católica. Sé que este post con la noticia no necesariamente es del año, porque han sucedido otras cuestiones de realce, como la ya mencionada renuncia de Benedicto XVI, la muerte de Hugo Chávez, y ahora la elección del Santo Padre Bergoglio, sin contar las que puedan acontecer en un futuro no tan lejano. Prosigo, cuando se asomó, hasta ese entonces el Cardenal argentino Bergoglio, y ya convertido en el nuevo Pontífice Francisco, con su atuendo blanco, me fijé en algo, miré su pecho, ya no tenía la cruz pectoral de oro que tenían sus antecesores, sino que era de madera con acero. Desde ya, se podía apreciar la sencillez de este hombre de Dios. Han pasado ya varios días desde su elección hasta que hoy, Fiesta de San José, Padre adoptivo de Nuestro Señor Jesús, se iniciará su período Papal, su Pontificado. Ciertas cuestiones anecdóticas con respecto a su carisma: usa zapatos negros, los que siempre ha empleado; rompe protocolos, ya que va en bus y no en la limusina Papal, se acerca a su gente, a los hermanos sin mediar tal o cual impedimento… Y otra cuestión: no usará el ´anillo del Pescador´ de oro, sino que será de plata dorada. Cabe resaltar que su lema Papal será: "Miserando atque eligendo" ("Lo miró con misericordia y lo eligió"), es así como los Padres Cardenales, guiados bajo el Espíritu Santo, lo eligieron. Estos pequeños, pero significativamente grandes gestos y decisiones, ratifican el por qué llamarse Francisco, en honor al Santo de Asís, por su humildad, su sencillez. Por otro lado, fijémonos en los valores que podemos rescatar de este hombre argentino, el aporte de América al Trono de San Pedro: en primer lugar, la sencillez y la humildad, como ya lo mencioné, que derrocha, no solo como persona, sino también en cuestión de su carisma, en lo que inspira, me refiero desde los pormenores como pedir una oración por su nueva labor, hasta rechazar una limusina para ir en autobús (que no tiene nada de malo, pero es una acción protocolar). En segundo lugar, el simple hecho de no mostrar lo apoteósico que puede vestir, calzar y uso de prendas de una persona como su autoridad, para emplear lo más sencillo, lo más simple, ¡digno de admirar!. Desde el momento que vi al Papa Francisco se me reveló la imagen del Papa Juan XXIII, y ahora, se aprecia la sonrisa de Juan Pablo I, el carisma de Juan Pablo II y la ortodoxia eclesial de su antecesor Benedicto XVI. Francisco: recién te conozco y ya te admiro. Estimados lectores, imitemos, hoy y siempre, lo bueno, lo que nos puede servir en nuestro presente, para así poder cultivar nuestro futuro, no nos cuesta nada, solo el hecho de voluntad de querer hacerlo.

miércoles, 27 de febrero de 2013

¡Benedicto XVI, por siempre!

Estimados amigos, fieles lectores de La Opinión Realista, me alegra volver después de un considerable tiempo alejado de este segmento de Opinión, pero no aislado de nuestra realidad local, nacional e internacional. Un tema, que de seguro como muchos de ustedes ya sabrán, y que ha abarcado grandes publicaciones, dedicaciones en la prensa escrita, televisiva, hablada y por la red, es la renuncia al Pontificado de parte de Su Santidad, Joseph Aloisius Ratzinger, nacido en 1927, Benedicto XVI. Efectivamente amigos, el Papa renunció, dimitió, abdicó, cesó, rehusó a continuar su Gobierno Papal, al frente de nuestra Santa Iglesia Católica. Y tiene sus razones. Ahora bien, nosotros como católicos, defensores de la verdad y de nuestra fe, somos conscientes de que nuestro Santo Padre estaba decayendo en fuerzas para seguir con su gran apostolado, como lo es guiar el camino de la Iglesia, la ´Barca de Pedro´. Esto sucedió mientras los Cardenales estaban reunidos con Él, en un Consistorio, para analizar y ver las futuras causas de canonización… En eso, Benedicto XVI dijo lo que tal vez, para dentro de sí, tenía que haber dicho antes, pero como Dios siempre sabe lo que hace, lo dijo en su momento: “…Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio Petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando…Para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto…con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20:00 horas (02:00 p.m., hora peruana), la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice… Pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria”. Estas fueron exactamente las palabras que expresó el Papa Benedicto XVI el pasado lunes 11 de febrero, en latín. Yo descansaba, era lunes, en eso leí la noticia: “Benedicto XVI, renunció”. No voy a negar (y no tendría porque hacerlo), que me causó conmoción entera por este hecho. ¿Nuestra Iglesia Católica está en crisis por ello?, la respuesta es rotunda y clara, no. La cuestión dada no tiene que ver con lo que suceda, aunque sí se vea implicada, pero no necesariamente con aspectos de crisis o de desfavorecimiento de la fe. Tanto así que hasta a los más cercanos colaboradores del Santo Padre, incluyendo Cardenales y la Curia Romana, les causó sorpresa y no llegaban a comprender. Es justo y necesario, como bien lo decimos en la Santa Eucaristía, que, como humano que es, también sienta que sus fuerzas no son las adecuadas, como bien lo dijo. No veamos como lástima y con pena esta situación, sino que debemos mantener encendida esa llama y ese deseo ardiente para lo cual estamos confirmados: en defender nuestra fe. Ni tú, estimado amigo lector, ni yo, ni el más grande teólogo de los tiempos pasados y actuales, ha llegado a saber a plenitud la Excelencia y Magnanimidad de Dios, es un Misterio que lo podemos apreciar en la fe. Y esto se ha visto reflejado en la dimisión del Papa Benedicto XVI. Aproximadamente, para Semana Santa del mes de marzo, contaremos con el sucesor de Benedicto XVI. Los Padres Cardenales, reunidos en la Capilla Sixtina en El Vaticano, elegirán, en el denominado Cónclave al Sumo Pontífice, que deberá continuar con el legado de Cristo, de San Pedro, de Juan Pablo II, y ahora de Benedicto XVI. Por este tema, han surgido debates, de los cuales he participado en uno de ellos que se desarrolló en nuestra ciudad, con respecto a quién sería el elegido. Muchos dicen que ya es hora de África, de América Latina, y es que éstas son reflejo de la Iglesia naciente, viviente y vivificadora, al igual que en Asia, Europa y Oceanía. No soy quien para dar a alguien como favorito o decir que deba asumir el Papado en marzo, ya que esta característica de que donde proviene el Cardenal, es lo de menos, porque nuestra Santa Madre Iglesia, es universal. Muchas profecías anticipan y dicen tal o cual cosa, simplemente, debemos permanecer en nuestra fe; por cultura tal vez saber algo de ello, pero no explícitamente ser partícipes y portavoces de estas Profecías, que aparte de alarmar a la población, lo único que hacen es crear disturbios dentro y fuera de nuestra Iglesia, aunque más externa que internamente. Los medios de comunicación, muchos de ellos, no todos, lo único que hacen es tergiversar la realidad de los hechos, aduciendo tal o cual cosa. Yo les digo: no demos importancia a ciertas publicaciones que lo único a lo que aducen es a mentir y mostrar caretas falsas de la Iglesia. Si por mí cuenta, no ocultar nada, ser transparente y poseer credibilidad, esto es lo que nos hace grandes. Se aproxima el 28 de febrero, fecha exacta, en la cual Benedicto XVI se despide de su Papado a casi 8 años desde que asumiera el cargo, o mejor dicho, el encargo, para retirarse a un Claustro. Es en este momento en que nos ponemos en pie y le damos gracias a este Santo actual, al Papa Benedicto XVI, por los pocos o muchos logros alcanzados durante su Pontificado, porque mientras muchos lo critiquen, yo y miles de fieles verdaderos lo estimamos de corazón, por ser pieza fundamental de nuestra fe, con Cristo y nuestra Madre, la Virgen María, nuestro Auxilio. Yo lo declaro: Soy joven de la generación de Benedicto XVI, y estoy orgulloso por eso, ¡Benedicto XVI, por siempre en nuestros corazones!. Elevemos a Dios nuestras oraciones por la salud del Santo Padre, y también para que, entre los menos de 115 Cardenales electores, mediante la intercesión del Espíritu Santo, elijan al sucesor de San Pedro, fieles a las enseñanzas de Cristo. Acabo de vivir la última Audiencia Pública de nuestro Santo Padre. Sin más. Muchas gracias Benedicto XVI por tu gran legado!

martes, 12 de febrero de 2013

Benedicto XVI, muchas gracias!

Estimados amigos de La Opinión Realista, buen día. La noticia de esta semana, del mes, del año, tal vez, es la renuncia de nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, renuncia que es justificada, y aunque no debiera ser aceptada por nadie como lo señala el Derecho Canónico, nosotros como fieles a la Doctrina, la aceptamos y respaldamos. He encontrado este escrito que comparto con ustedes, luego escribiré el mío. JPO. ---------------------------------------------------- El siguiente artículo lo escribió un joven llamado Daniel del cual solo conocemos su corta biografía: "Aquí estoy. Me llamo Daniel, y soy un católico de 23 años. Le voy al Manchester United, me gusta Star Wars y leo cómics. Además, estudié fotografía. Pero nada de eso cuenta, si no fuera feliz." La verdadera causa de la renuncia del Papa. ---------------------------------------------------- ... Tengo 23 años y aún no entiendo muchas cosas. Y hay muchas cosas que no se pueden entender a las 8:00 am cuando te hablan para decirte escuetamente: “Daniel, el Papa dimitió.” Yo apresuradamente contesté: “¿Dimitió?”. La respuesta era más que obvia, “O sea renunció, ¡Daniel, el Papa renunció!” El Papa renunció. Así amanecerán sin fin de periódicos mañanas, así amaneció el día para la mayoría, así de rápido perdieron la fe unos cuantos y otros muchos la reforzaron. Y que renunciara, es de esas cosas, que no se entienden. Yo soy católico. Uno de tantos. De esos que durante su infancia fue llevado a Misa, luego creció y le agarró apatía. En algún punto me llevé de la calle todas mis creencias y a la Iglesia de paso, pero la Iglesia no está para ser llevada ni por mí, ni por nadie (ni por el Papa). En algún punto de mi vida, le volví a agarrar cariño a mi parte espiritual (muy de la mano con lo que conlleva enamorarse de la chavita que va a Misa, y dos extraordinarios guías llamados padres), y así de banal, y así de sencillo, recontinué un camino en el que hoy digo: Yo soy católico. Uno de muchos, si, pero católico al fin. Pero así sea un doctor en teología, o un analfabeto de las escrituras (de esos que hay millones), lo que todo mundo sabe es que el Papa es el Papa. Odiado, amado, objeto de burlas y oraciones, el Papa es el Papa, y el Papa se muere siendo Papa. Por eso hoy cuando amanecí con la noticia, yo, al igual que millones de seres humanos..nos preguntamos ¿por qué?. ¿Por qué renuncia señor Ratzinger?. ¿Le entró el miedo?. ¿Se lo comió la edad?. ¿Perdió la fe?. ¿La ganó?. Y hoy, después de 12 horas, creo que encontré la respuesta: El señor Ratzinger, ha renunciado toda su vida. Así de sencillo. El Papa renunció a una vida normal. Renunció a tener una esposa. Renunció a tener hijos. Renunció a ganar un sueldo. Renunció a la mediocridad. Renunció a las horas de sueño, por las horas de estudio. Renunció a ser un Cura más, pero también renunció a ser un Cura especial. Renunció a llenar su cabeza de Mozart, para llenarla de teología. Renunció a llorar en los brazos de sus padres. Renunció a teniendo 85 años, estar jubilado, disfrutando a sus nietos en la comodidad de su hogar y el calor de una fogata. Renunció a disfrutar su país. Renunció a tomarse días libres. Renunció a su vanidad. Renunció a defenderse contra los que lo atacaban. Vaya, me queda claro, que el Papa fue un tipo apegado a la renuncia. Y hoy, me lo vuelve a demostrar. Un Papa que renuncia a su Pontificado cuando sabe que la Iglesia no está en sus manos, sino en la de algo o alguien mayor, me parece un Papa sabio. Nadie es más grande que la Iglesia. Ni el Papa, ni sus sacerdotes, ni sus laicos, ni los casos de pederastia, ni los casos de misericordia. Nadie es más que Ella. Pero ser Papa a estas alturas del mundo, es un acto de heroísmo (de esos que se hacen a diario en mi país y nadie nota). Recuerdo sin duda, las historias del primer Papa. Un tal..Pedro. ¿Cómo murió? Si, en una cruz, crucificado igual que a su Maestro, pero de cabeza. Hoy en día, Ratzinger se despide igual. Crucificado por los medios de comunicación, crucificado por la opinión pública y crucificado por sus mismos hermanos católicos. Crucificado a la sombra de alguien más carismático. Crucificado en la humildad, esa que duele tanto entender. Es un mártir contemporáneo, de esos a los que se les pueden inventar historias, a esos de los que se les puede calumniar, a esos de los que se les puede acusar, y no responde. Y cuando responde, lo único que hace es pedir perdón. ‘Pido perdón por mis defectos’. Ni más, ni menos. ¡Qué pantalones, qué clase de ser humano!. Podría yo ser mormón, ateo, homosexual y abortista, pero ver a un tipo, del que se dicen tantas cosas, del que se burla tanta gente, y que responda así..ese tipo de personas, ya no se ven en nuestro mundo. Vivo en un mundo donde es chistoso burlarse del Papa, pero pecado mortal burlarse de un homosexual (y además ser tachado de paso como mocho, intolerante, fascista, derechista y nazi). Vivo en un mundo donde la hipocresía alimenta las almas de todos nosotros. Donde podemos juzgar a un tipo de 85 años que quiere lo mejor para la Institución que representa, pero le damos con todo porque “¿con qué derecho renuncia?”. Claro, porque en el mundo NADIE renuncia a nada. A nadie le da flojera ir a la escuela. A nadie le da flojera ir a trabajar. Vivo en un mundo donde todos los señores de 85 años están activos y trabajando (sin ganar dinero) y ayudan a las masas. Si, claro. Pues ahora sé Señor Ratzinger, que vivo en un mundo que lo va a extrañar. En un mundo que no leyó sus libros, ni sus encíclicas, pero que en 50 años recordará cómo, con un simple gesto de humildad, un hombre fue Papa, y cuando vio que había algo mejor en el horizonte, decidió apartarse por amor a su Iglesia. Va a morir tranquilo señor Ratzinger. Sin homenajes pomposos, sin un cuerpo exhibido en San Pedro, sin miles llorándole aguardando a que la luz de su cuarto sea apagada. Va a morir, como vivió aún siendo Papa: humilde. Benedicto XVI, muchas gracias por renunciar.

lunes, 7 de enero de 2013

Chávez, Chávez, Chávez...

Estimados amigos de La opinión realista, buen inicio de año 2013. Nos volvemos a encontrar, pero esta vez con un tema de arraigue internacional, que día a día, lo podemos visualizar en los diarios, en los noticieros y demás: La salud del comandante. El pasado 07 de octubre del 2012, el pueblo venezolano eligió “democráticamente” al candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela, Hugo Chávez Frías. Siendo, Henrique Capriles Radonski, el perdedor de esta contienda (hecho lamentable, por cierto, ya que Venezuela perdió un gran candidato)… ´…Pero el tiempo de Dios está cerca…´ Muy bien, Chávez, con sus artimañas políticas, ganó las elecciones y recayó en su salud. A mi parecer, hubiera sido mucho más diplomático al dejar participar a la gente que sí estaba en la capacidad de seguir llevando los destinos del país llanero, es decir, varios candidatos. Viajó a Cuba para someterse a operaciones por el cáncer que padece (que por cierto, ni señalan fuentes oficiales de su localización), y desde esa fecha, se sabe poco o nada de él. Su Vicepresidente Nicolás Maduro, asumió las riendas del país; casi nadie está a gusto con esta situación, pero por dizque lealtad, se ´la pasan´. El hecho es que ya estamos a pocos días de la toma de mando, investidura presidencial o asunción al poder de Hugo Chávez en un nuevo período de su gobierno, pero él sigue en Cuba con su tratamiento. Nadie niega eso, porque como humano, tiene todo el derecho de velar y que velen por su salud. Y a esto, todo indica que no podrá asumir el mando de su país. No hace mucho, juramentó Diosdado Cabello, como Presidente de la Asamblea Nacional o Parlamento de Venezuela. Y como ya es de conocimiento, constitucionalmente, si el candidato elegido no puede asumir la Presidencia, lo deberá hacer el Presidente de la Asamblea Nacional, y luego convocar a elecciones generales; como también se haría comúnmente. Un dato: En su juramentación, mencionó que "...hará todo lo posible para no defraudar a los que votaron por Chávez...", pero la pregunta es: Y LOS QUE NO VOTARON POR CHÁVEZ, PORQUE PENSARON EN UN FUTURO MEJOR PARA LOS SUYOS Y VENEZUELA???... Como para pensar, estimados amigos. Pues bien, luego, se presenta otro escenario: el de la Constitución. Lo sorprendente de todo esto, es que ni los mismos chavistas, socialistas, comunistas o lo que sean, no respetan o no quieren entender su propia Constitución. Está en tela de juicio el artículo n° 231, que dice textualmente: “El candidato elegido o candidata elegida tomará posesión del cargo de Presidente o Presidenta de la República el diez de enero del primer año de su período constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional. Si por cualquier motivo sobrevenido el Presidente o Presidenta de la República no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia.” Y caso asombroso es lo que dice la Procuradora de Venezuela, Cilia Flores, al mencionar que Chávez es un Presidente reelecto y por eso, no le compete dicho artículo… La pregunta es: ENTONCES, ¿CÓMO ES QUE CHÁVEZ FUE ELEGIDO, ACASO NO FUE CANDIDATO TAMBIÉN?... Nuevamente, para pensar. Como lo mencionan varios analistas políticos, económicos y sociales de todo el mundo, la salud o la eventual muerte del socialista, alterará cierto aspecto de Latinoamérica entera. Por allí leía: “Realmente Hugo Chávez podría estar muerto. Y si no lo está, el que muera o no antes del 10 de enero, generará consecuencias radicalmente distintas. El artículo 233° de la Constitución Venezolana obliga a que la toma de mando del Presidente se efectúe el 10 de enero del año en que inicia el período del mandato, y si ello no resulta posible se deberá efectuar nuevas elecciones dentro de los 30 días siguientes. Mientras se elige al nuevo Presidente, se encargará la Presidencia al Presidente de la Asamblea Nacional. Por tanto, es fácil intuir que lo que los chavistas quieren, sea como sea, es investir en el cargo a Hugo Chávez (o sus restos) y luego declararlo muerto o incapaz absoluto para que sea el Vicepresidente Nicolás Maduro quien gobierne. Una gran bronca se avecina.” Muy ciertas y acertadas estas palabras del analista político peruano, Gilbert Violeta. Pues bien amigos, queda como cuestión personal y por ende, de cada uno, sacar sus propias conclusiones. Y también, esperar resultados oficiales de la salud de ´Candanga´.